UNA PROPUESTA DE ORGANIGRAMA
Carmen Sofía Otálora
“Hay una alegría del ser sano y la de ser justo, pero hay,
sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.”
Gabriela Mistral

Siempre me han llamado la atención esos cuadros grandes que aparecen en los lugares visibles de las entidades, indicando la jerarquía entre las personas que allí laboran. Reciben el nombre de organigramas. Hoy propongo a manera de homenaje a un grupo especial de compañeros, un organigrama de felicidad y armonía en nuestro colegio.
Afortunadamente, muchas personas de todos los estamentos del Inem se disputan las líneas de mando en este organigrama feliz en el colegio. Por ejemplo Lina Vargas, que en prekinder fue becaria, por su teoría sobre el valor de la sonrisa y quien tal vez por sus condiciones de excelencia nos fue “sonsacada” es seguida muy de cerca por la gentileza encarnada en mujeres con nombre de Lucila Montoya en la rectoría, y Dafne Aponte en Registro y control.
Pero quien parece decidido a arrasar definitivamente la primera línea del organigrama feliz, con sus sonrisita de aspirante al Concejo, es Efraín Cantillo acompañado por el siempre serio y respetuoso Jorge Céspedes, en todos los oficios posibles en un colegio como el Inem. A Efraín, como buen costeño, le brota la alegría por los poros contagiando tanto a los niños y jóvenes, de su felicidad cotidiana, por el chiste flojo que les hace respecto a su uniforme y puntualidad, como a los maestros por el aire medio en risa medio en serio de sus saludos reverenciales.
Sí, todos le debemos a cada uno de los compañeros, representados por quienes he mencionado, una sonrisa, un favor, una aclaración oportuna y adecuada. Son nuestros socios alegres en esta tarea, porque sus actitudes, su saludo respetuoso y alegre, a la llegada de los chicos a pesar de la lluvia o el sol, puede significar para muchos, un alivio a la dura cotidianidad y un recuerdo amable de su mejor época